domingo, 20 de abril de 2008

Omar jayyam

Entregué mi alma y mi ser

a cambio de una vida de asceta;

pues encontré en la pobreza de un Derviche los más grandes tesoros.

En la Balanza de la Justicia

no hay, que digamos, mucho bien. En ella ganan y triunfan

la audacia y la estultez.

¿Hasta cuándo seguirás, dejándote humillar, sirviéndote a la canalla;

alimentándote cual mosca de muladar? Confórmate con tu pan cotidiano,

antes que oír o echarte en cara

tal o cual favor.

Es más honroso dormir, sin comer, sufrir hambre con dignidad, que hartarte del pan de los amos, a costa de vejamen y humillación.

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